Un inesperado compañero de ruta protagonizó un momento emotivo en el Alto de La Línea

Durante una de las etapas más exigentes de la Vuelta Femenina 2025, un perro callejero acompañó al pelotón ciclista, robándose la atención y generando un momento inolvidable para deportistas y espectadores.

En medio de la competencia que recorre algunos de los paisajes más emblemáticos del país, un singular acontecimiento ocurrió durante la subida al mítico Alto de La Línea. Un perro, sin dueño visible y de apariencia amistosa, se unió espontáneamente al recorrido de las ciclistas profesionales, ganándose la simpatía de corredoras, organizadores y seguidores del ciclismo colombiano.

El animal apareció en los primeros metros de ascenso y, sorprendentemente, tomó la delantera durante un tramo del trayecto. Con una mezcla de energía y calma, el canino trotaba con soltura entre las competidoras, haciendo pausas breves para descansar a un lado de la vía y retomando el paso con naturalidad, como si entendiera el ritmo de la carrera.

Su actitud no pasó desapercibida. Varios asistentes captaron imágenes del momento, en las que se aprecia cómo el perro permaneció cerca del grupo líder durante varios kilómetros, aguardando en las curvas y retomando el paso con quienes se aproximaban, como un verdadero gregario. Al final de la etapa, se le vio junto al pelotón, cerrando su inesperada participación en una jornada que, por lo exigente del ascenso y lo simbólico del lugar, ya tenía un peso especial dentro del calendario de la Vuelta.

El gesto del animal fue recibido con cariño y emoción por quienes presenciaron la escena, quienes destacaron su espíritu incondicional y su cercanía con las ciclistas. Aunque no portaba collar ni señales de identificación, su comportamiento fue respetuoso y solidario, brindando un momento de conexión emotiva con el entorno natural y con los valores del deporte.

Este tipo de episodios, aunque inusuales, son recordatorios del vínculo espontáneo que puede surgir entre el ser humano, los animales y las actividades colectivas. En esta ocasión, el perro del Alto de La Línea no solo fue testigo, sino también parte activa de una jornada que quedará en la memoria de muchas personas.

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