El gobierno de Israel contra Palestina: “Una carnicería total”

Denuncian la muerte de decenas de civiles palestinos en Gaza durante entrega de ayuda humanitaria. Tanques, helicópteros y francotiradores israelíes habrían abierto fuego contra multitudes que buscaban alimentos cerca de los centros de distribución en Rafah y Jan Yunis.

Al menos 27 palestinos murieron este martes 3 de junio en Gaza tras un nuevo episodio de violencia en los alrededores de los centros de distribución de ayuda humanitaria. Según reportes de autoridades locales y testimonios recogidos por la BBC, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) abrieron fuego desde tanques, drones, helicópteros y posiciones de francotiradores contra cientos de civiles que esperaban alimentos cerca de la rotonda de Al Alam, a un kilómetro del punto de entrega.

“Fue una carnicería total”, dijo un médico extranjero al hospital Nasser de Jan Yunis, donde al menos 24 cuerpos ingresaron sin vida y 37 heridos llegaron con impactos de bala. Mahmoud Basal, portavoz de la Defensa Civil de Gaza, señaló que los disparos ocurrieron sin previo aviso, afectando a personas desarmadas que se habían congregado en horas de la madrugada para recibir víveres.

Las FDI sostuvieron en un comunicado que dispararon “contra varios sospechosos que se desviaron de las rutas de acceso designadas y representaban una amenaza para las tropas”. Sin embargo, testigos y organizaciones humanitarias contradicen esta versión, asegurando que no hubo provocación y que los ataques se dirigieron contra multitudes de civiles.
Uno de los sobrevivientes, identificado como Nadeem Zarab, relató que “los disparos vinieron de todas direcciones. La gente caía mientras corría. Fue un infierno”. Otro testigo declaró que acudió con la esperanza de llevar comida a su familia, pero “nos recibieron con misiles y cohetes. No somos parte de Hamás ni de ningún grupo. Solo queremos sobrevivir”.

La Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), creada con respaldo de Israel y Estados Unidos para reemplazar a las agencias de la ONU en la entrega de ayuda, ha sido fuertemente criticada. Su sistema obliga a los civiles a caminar largas distancias hasta centros en zonas bajo control militar israelí, atendidos por contratistas de seguridad armados. Las organizaciones humanitarias acusan a la GHF de “militarizar” la ayuda y desmantelar el modelo humanitario previo de distribución directa en comunidades.

La ONU y organismos internacionales han expresado su consternación. Volker Türk, alto comisionado para los derechos humanos, denunció que “a los palestinos se les ha forzado a elegir entre morir de hambre o ser asesinados mientras buscan comida”. Por su parte, António Guterres pidió una “investigación inmediata e independiente” de los hechos y que los responsables respondan ante la justicia.

Desde el inicio de la ofensiva israelí en Gaza tras el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, más de 54.000 palestinos han muerto, según cifras del Ministerio de Sanidad gazatí. La reciente escalada ha provocado que aliados históricos de Israel, como Reino Unido, Francia y Canadá, exijan un cambio de rumbo y adviertan posibles sanciones si no se detiene la ofensiva.

Mientras la GHF anunció el cierre temporal de sus centros, el ejército israelí declaró las rutas de acceso “zonas de combate”, profundizando la crisis humanitaria en una Gaza devastada por la guerra y el hambre.

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