Ubicada en el municipio de Mallama, la llamada ‘Nariz del Diablo’ es mucho más que una formación geológica: es un punto clave en la conexión vial del departamento y testigo silencioso de acontecimientos que han marcado la historia de la región.
La ‘Nariz del Diablo’ se encuentra en la vía nacional que conecta la sierra con el piedemonte y la costa pacífica de Nariño. Su forma singular, parecida al perfil de un rostro tallado naturalmente sobre una gran roca, ha despertado durante años la curiosidad y admiración de viajeros y habitantes locales. Es un paso obligado para quienes transitan entre las montañas del macizo andino y las zonas bajas del litoral, convirtiéndose en una referencia tanto geográfica como simbólica.
Aunque hoy presenta una apariencia parcialmente modificada por la pavimentación de la vía hace más de dos décadas, la estructura conserva una estética única. La obra vial que transformó este sector le añadió un contorno nuevo que algunos llaman “barbilla”, lo que ha alimentado interpretaciones diversas sobre su aspecto.
A lo largo de los años, la ‘Nariz del Diablo’ ha recibido múltiples denominaciones informales que reflejan las distintas percepciones de los viajeros. Algunos la han llamado ‘El Balcón de la Virgen’ o ‘El Mirador’, destacando su potencial como punto panorámico. Sin embargo, el nombre original sigue generando leyendas locales y relatos que mezclan lo místico con lo anecdótico.
Además de su valor como hito geográfico, esta formación ha sido escenario de hechos trágicos, accidentes y momentos que han quedado grabados en la memoria colectiva de los habitantes de Mallama y zonas vecinas. La tensión que genera su abrupta ubicación y su imponente presencia no pasan desapercibidas para quienes la cruzan, incluso en días tranquilos.
Con el paso del tiempo, la ‘Nariz del Diablo’ continúa firme en su función natural y cultural, desafiando a la modernidad desde su pedestal rocoso, y recordando que hay lugares donde la geografía se convierte también en historia.