Escrito por El presidente insistió en que su acción está amparada por la Constitución y advirtió que, de ser necesario, impulsará una asamblea nacional constituyente para que el pueblo decida directamente sobre las reformas sociales.
En un encendido discurso durante la movilización de las centrales obreras en Cali, el presidente Gustavo Petro defendió públicamente la firma del decreto que convoca a una consulta popular sobre la reforma laboral. El jefe de Estado aseguró que su decisión se enmarca dentro del orden constitucional vigente y la definió como una vía legítima para que el pueblo colombiano exprese su voluntad frente a los cambios que plantea su gobierno.
Petro advirtió que, en caso de que la reforma laboral sea archivada por el Congreso y se bloquee la consulta popular, el camino será el de una asamblea nacional constituyente. “Si nos impiden avanzar, lo que sigue son 8 millones de firmas y todos los instrumentos legales que existen, incluida una constituyente, se pondrán en marcha porque el único soberano es el pueblo de Colombia”, expresó.
El mandatario inició su intervención con un gesto de solidaridad hacia el senador Miguel Uribe Turbay, víctima de un atentado, y recordó la violencia que marcó la historia del país, mencionando el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán. Invocó estos episodios para hacer un llamado a la memoria histórica y exhortar a los líderes políticos actuales a evitar que el país repita esas tragedias.
En su alocución, Petro rechazó los señalamientos que lo responsabilizan indirectamente del atentado contra Uribe Turbay. “La consulta popular no es amiga de los asesinos. La desigualdad social sí lo es”, afirmó. En este sentido, vinculó la reforma laboral con la necesidad de justicia social, argumentando que mejores condiciones laborales y más tiempo para compartir en familia son medidas efectivas para prevenir la violencia y construir paz.
El jefe de Estado también respondió a las críticas que ha suscitado el decreto, particularmente por parte de expresidentes y sectores políticos que lo han calificado como inconstitucional. Aclaró que su acción se fundamenta en los principios del Estado social de derecho consagrado en la Constitución de 1991. “Cumplo con el mandato que me dio el pueblo: reformar el sistema pensional, el sistema de salud y el sistema laboral para garantizar derechos universales”, sostuvo.
En ese marco, pidió al Congreso no desnaturalizar la reforma laboral y expresó su inconformidad con los intentos de incluir la figura de contratación por horas, que considera regresiva. Dirigiéndose al presidente de la Cámara, Jaime Raúl Salamanca, solicitó firmeza para conservar lo aprobado por su corporación.
El presidente también se refirió a la eventual revisión del decreto por parte de la Corte Constitucional, a la que pidió independencia y sensibilidad frente a la desigualdad estructural del país. “Colombia es la tercera sociedad más desigual del mundo. Esa realidad exige decisiones que construyan equidad”, afirmó.
Finalmente, Petro negó cualquier intención de buscar la reelección presidencial mediante una constituyente. “Yo cumplo mi palabra”, dijo, aclarando que, si se bloquean las vías democráticas de expresión popular, será el pueblo quien decida en 2026 no solo a una persona, sino un proyecto de cambio.
El discurso cerró con la denuncia de un supuesto complot impulsado desde Estados Unidos para desestabilizar su gobierno y la petición de una Comisión Internacional de la ONU que investigue el atentado contra Miguel Uribe y otros hechos de violencia política.