Entre Comuneros del Sur y el Gobierno

Finaliza con cuatro acuerdos el VII ciclo de negociaciones. Se alcanzaron importantes avances: creación de Zona de Ubicación Temporal, ruta de reintegración, capacitación democrática y sustitución de cultivos ilícitos, consolidando el tránsito hacia la vida civil de los Comuneros del Sur.

En el cierre exitoso del séptimo ciclo de diálogos entre el gobierno nacional y el grupo Comuneros del Sur, se firmaron cuatro acuerdos vitales para avanzar en el desarme y la reintegración de sus integrantes:

1. Zona de Ubicación Temporal (ZUT) en Mallama, Nariño
Se aprobó la creación de una ZUT en el municipio de Mallama, dentro del territorio del resguardo indígena Gran Mallama. Este espacio tendrá una duración de un año desde su instauración administrativa y acogerá a los combatientes en una fase progresiva y ordenada, previa a la dejación de armas, garantizando seguridad, acompañamiento y respeto por las autoridades étnicas.
2. Ruta colectiva de reintegración por parte de la ARN
La Agencia de Reincorporación y Normalización se comprometió a diseñar y entregar, en un plazo máximo de 60 días, un programa integral y garantista, destinado a apoyar el tránsito de los Comuneros a la vida civil, fortaleciendo su arraigo social y político.
3. Capacitación en democracia y participación
En colaboración con el Instituto Neerlandés para la Democracia Multipartidaria (NIMD), se desarrollará un programa dirigido a líderes, organizaciones y miembros de Comuneros del Sur en diez municipios de la región, enfocado en formación democrática y participación ciudadana.
4. Sustitución voluntaria de 5 000 ha de cultivos ilícitos
Se acordó sustituir de manera voluntaria 5 000 hectáreas de coca distribuidas en diez municipios de Nariño, con la primera fase centrada en declarar a Samaniego libre de cultivos ilícitos, seguido por una implementación gradual en municipios como Barbacoas, Cumbal, Guachucal y Providencia.

Estos acuerdos se suman a los pasos previos en este ciclo de paz territorial, como la entrega de 585 artefactos explosivos y la destrucción del armamento recibido en abril de este año. En conjunto, constituyen un hito en el proceso de “paz total” impulsado por el gobierno nacional en el suroccidente colombiano.

La firma de estos compromisos se realizó en una mesa celebrada en Nariño entre el 8 y el 10 de junio, en un escenario que marca un avance sustancial en la construcción de paz territorial, con especial énfasis en transformaciones sociales, seguridad y respeto por la autodeterminación de comunidades étnicas.

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