La politóloga de la Universidad Nacional llega a uno de los cargos técnicos más estratégicos del gobierno Petro, en medio de tensiones fiscales y desafíos en la ejecución del Plan Nacional de Desarrollo.
El presidente Gustavo Petro designó a Natalia Molina como nueva directora del Departamento Nacional de Planeación (DNP), una entidad fundamental en la formulación, seguimiento y evaluación de las políticas públicas del país. Su nombramiento marca el regreso de un perfil técnico a la institución, tras la salida de Alexander López y semanas de incertidumbre sobre quién ocuparía el cargo.
Molina es politóloga egresada de la Universidad Nacional de Colombia y ha trabajado en temas de desarrollo territorial, planeación participativa, equidad regional y fortalecimiento institucional.
Su experiencia en políticas públicas ha sido reconocida por sectores académicos y técnicos, que valoran su conocimiento de los desafíos estructurales del país y su cercanía con procesos en territorios históricamente afectados por el conflicto armado.
El contexto de su nombramiento no es menor. La ejecución del Plan Nacional de Desarrollo ha enfrentado retrasos en varios frentes estratégicos, tensiones con el Congreso y restricciones fiscales que amenazan con frenar las transformaciones propuestas por el presidente.
Desde el DNP, Molina deberá liderar la articulación entre el plan de gobierno y el presupuesto nacional, coordinar la inversión pública y evaluar el impacto social, económico y ambiental de las políticas implementadas.
El reto no es solo técnico. En un gobierno marcado por una agenda progresista ambiciosa y los límites de la gobernabilidad, la nueva directora deberá jugar por la viabilización de reformas y en la construcción de consensos con actores institucionales y territoriales.
El nombramiento fue bien recibido por voces del sector académico, que destacan en Molina una visión integral del desarrollo y una capacidad de gestión basada en evidencia y participación. Su llegada representa una apuesta del gobierno por devolver al DNP un rol estratégico, con liderazgo técnico y enfoque territorial, en un momento en que el Estado necesita eficiencia, coherencia y resultados.