El ministro del Interior, Armando Benedetti, lanza ofensiva política y judicial tras la derrota de la consulta popular en el Congreso, mientras el Gobierno alista plan B para mantener viva su agenda reformista
Tras el sorpresivo hundimiento de la consulta popular del Gobierno Petro en el Senado, el ministro del Interior, Armando Benedetti, activó de inmediato una estrategia de reacción política y judicial para enfrentar lo que considera un “bloqueo institucional” y revertir el golpe recibido este miércoles.
El primer paso de Benedetti fue denunciar fraude en la sesión plenaria, apuntando directamente al secretario general del Senado, Diego González, por cerrar la votación antes del tiempo reglamentario. Según el ministro, el registro fue cerrado cuando aún faltaban senadores por votar a favor del “sí”, y acusó al secretario de manipular un voto. “Cepeda solo dejó el registro abierto por menos de tres minutos, cuando pueden ser 30. Lo cerró cuando tenía dos votos de ventaja y venían al menos cuatro senadores del ‘sí’. Y el secretario del Senado, tachando un voto del ‘sí’ para sumarlo al ‘no’. Malandrines”, denunció en sus redes sociales.
La Casa de Nariño evalúa presentar una denuncia formal ante la Fiscalía, aunque expertos consideran que una eventual investigación penal difícilmente avanzará con la rapidez que necesita el Ejecutivo para reponer el camino perdido en el Congreso.
En paralelo, y mientras se calienta el clima político entre el Gobierno y el Legislativo, Benedetti mantiene abierta la posibilidad de insistir con la consulta popular, pero no de inmediato. Aunque el presidente Petro pidió desde China que se someta nuevamente a votación la misma iniciativa, sectores del Congreso ya advierten que no es jurídicamente viable repetir el proceso en la actual legislatura. En su lugar, gana fuerza la propuesta del expresidente del Senado, Roy Barreras: radicar una nueva solicitud de consulta el próximo 20 de julio de 2025, si para entonces no ha sido aprobada la reforma laboral que se reactivó esta semana.
Este escenario le permitiría al Ejecutivo aspirar a convocar la consulta en octubre de 2025, en caso de contar con mayorías en la próxima legislatura. No obstante, el tiempo es un factor en contra. El ministro Benedetti tiene apenas cinco semanas para sacar adelante la reforma laboral en la Comisión Cuarta del Senado, y su margen de maniobra es estrecho.
La tensión entre el Ejecutivo y el Congreso se intensificó aún más luego de que la senadora María José Pizarro calificara al presidente del Senado, Efraín Cepeda, como el “jefe de la banda” que hundió la consulta, en un episodio que deja al oficialismo herido, pero no vencido.