La Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano negó estar involucrada en los enfrentamientos denunciados en Cumbitara (Nariño), aclaró que no opera en esa zona y reiteró su participación en diálogos bilaterales con el Gobierno colombiano.
En una carta fechada mayo de 2025, la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano (CN-EB) emitió una respuesta oficial al comunicado N.° 2 del Observatorio de Conflictividades y Acciones de Paz, en el que se le menciona indirectamente dentro de los enfrentamientos armados registrados el 6 de mayo en los corregimientos de Damasco y Santa Rosa, municipio de Cumbitara, Nariño.
La CN-EB cuestionó la redacción del comunicado del Observatorio, señalando que se hacen sin evidencia directa y sin asumir autoría clara.
“Si su organización es legal y seria, debería escribir en primera persona como resultado de sus investigaciones y no escudarse en supuestas denuncias”, indicaron en el documento.
El grupo armado negó tener presencia o intereses en la zona mencionada y aseguró que su trabajo comunitario está centrado en otras regiones del país. También desmintió cualquier confrontación con otras estructuras insurgentes como el Frente Comuneros del Sur, y subrayó que sus relaciones con otros grupos rebeldes han sido de respeto mutuo.
En un tono que apela a la unidad entre fuerzas insurgentes, el comunicado reitera su disposición a avanzar en el proceso de paz, destacando que mantienen diálogos con el Estado colombiano orientados a la construcción de un cese bilateral del fuego.
“El pueblo conoce de nuestro accionar y más concretamente al Frente Iván Ríos (…) estamos en una situación compleja y sensible frente a la ‘paz total’, misma que ya ni siquiera el señor presidente se aventura a sostenerla en sus discursos”, señalaron, refiriéndose al contexto actual de los diálogos con el gobierno Petro.
Asimismo, advierten que investigarán la procedencia del comunicado original, al que califican de “panfleto con intenciones oscuras”, y lo comparan con prácticas propias del paramilitarismo.
Finalmente, reiteraron su compromiso con un “proceso de paz con justicia social, serio, transparente, con protocolos, veedores, países garantes y acompañamiento de las comunidades”, insistiendo en que las poblaciones de Damasco y Santa Rosa pueden estar tranquilas respecto a su postura no ofensiva en la zona.
La legitimidad y eficacia de los mecanismos de verificación del cese al fuego, así como el papel de las organizaciones civiles que documentan la conflictividad, continúan siendo temas de debate.
Texto del Comunicado: