Putin y Xi refuerzan su alianza en Moscú mientras India y Pakistán agudizan su conflicto

En plena tensión regional por el choque entre dos aliados estratégicos, los presidentes de Rusia y China firman una declaración conjunta de estabilidad global y destacan su cooperación energética, política y militar. “Es importante seguir siendo socios fiables”, afirmó Xi Jinping.

Vladímir Putin y Xi Jinping se reunieron este jueves en Moscú en una cumbre de alto nivel que reafirma la solidez del vínculo entre Rusia y China, pese al complicado entorno geopolítico. El encuentro se produjo en la antesala del Día de la Victoria, con un desfile militar en el que participarán tropas chinas, y en medio de una escalada militar entre India y Pakistán, países que mantienen lazos estratégicos con Moscú y Pekín, respectivamente.

Durante las tres horas y media de reunión, dividida en dos fases, ambos mandatarios destacaron que sus relaciones bilaterales han alcanzado “un punto máximo histórico”, según palabras del líder ruso. En su intervención pública, Xi Jinping insistió en que la asociación entre las dos potencias nucleares debe basarse en la confianza mutua, la cooperación estratégica y la capacidad de mantenerse como aliados confiables, aunque matizó que aún no se trata de una “alianza plena”.

El Kremlin informó que se firmó una declaración conjunta sobre estabilidad estratégica global, sin entregar mayores detalles. Putin aprovechó el encuentro para apelar a la memoria de la Segunda Guerra Mundial como fundamento moral del entendimiento entre ambos países, mientras se multiplica el discurso oficial ruso sobre una supuesta reedición del fascismo desde Occidente.

El trasfondo de la cumbre está marcado por la tensión creciente entre India y Pakistán. Rusia, que recientemente entregó a Nueva Delhi misiles antiaéreos Igla-S, mantiene una estrecha relación militar con India. Mientras tanto, China reafirmó su cercanía con Islamabad, con mensajes diplomáticos de apoyo mutuo y visitas de alto nivel. Aunque se esperaba algún gesto de mediación conjunta, el tema fue tratado con cautela por ambos gobiernos.

En materia económica, Putin destacó que el comercio bilateral superó los 245.000 millones de dólares en 2024, con un protagonismo creciente del sector energético. La “locomotora” de la relación es el suministro de petróleo y gas, afectado por las sanciones occidentales a Rusia. El líder ruso insistió en la necesidad de acelerar el proyecto del gasoducto Poder de Siberia II, aunque China aún no ha confirmado oficialmente su construcción.

Ambos países han avanzado también en la desdolarización de sus intercambios. Según Putin, la mayoría de las operaciones comerciales se realiza en yuanes y rublos. Además, firmaron acuerdos en sectores como el cine, la exploración espacial y el desarrollo de una futura central eléctrica en la Luna.

La reunión entre Xi y Putin envía un mensaje claro: ante el aislamiento occidental y las tensiones globales, Rusia y China consolidan su eje político, económico y simbólico, aunque mantengan prudencia en temas sensibles como el conflicto indo-paquistaní.

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