El diario The New York Times publicó fotos de la serie de incendios forestales, impulsados por fuertes vientos y condiciones climáticas extremas, arrasa comunidades de la región de Los Ángeles, afectando a poblaciones de todos los niveles y estratos socioeconómicos. Hasta el momento, se reportan al menos cinco fallecidos, más de mil construcciones destruidas y la evacuación de más de 80.000 personas.
“Lo único que se me ocurre que se pueda comparar con esto sería un terremoto enorme”, afirmó Zev Yaroslavsky, exconcejal y exsupervisor del condado de Los Ángeles, de 76 años. “Sin embargo, los terremotos tienen un epicentro. Esto está por todas partes. Está afectando a todos los que respiran el aire. (…) Era bíblico”.
En dos días, un verdadero “monstruo de viento y fuego” embistió esta metrópolis de más de 10 millones de habitantes, abarcando desde Pacific Palisades, en la costa oeste, hasta comunidades del interior como Altadena y Sylmar, así como nuevos desarrollos habitacionales en zonas alejadas como Pomona. Las ráfagas de viento, que alcanzaron velocidades de hasta 59 millas por hora, han acelerado la propagación de las llamas y dispersado cenizas por toda la región.
Durante las últimas horas, nuevos focos de incendio se han reportado en las inmediaciones de Hollywood Hills, mientras las autoridades continúan ampliando las órdenes de evacuación y redoblando esfuerzos en el combate al fuego.
Tanto en los suburbios ordenados como en las zonas de famosas colinas, la devastación es inmensa. Y no parece que vaya a terminar pronto.