Un subintendente de la Policía de Nariño enfrenta acusaciones graves por presunta extorsión a dos ciudadanas ecuatorianas y su hijo menor de edad. El oficial, en calidad de comandante de patrulla, habría abusado de su posición para exigir dinero a las víctimas durante un incidente ocurrido la noche del 7 de mayo de 2024.
Según el informe de la Fiscalía Militar y Policial, el subintendente detuvo un automóvil azul en el barrio Bellavista alrededor de las 02:30 a.m., donde obligó a las dos mujeres y al niño de dos años a descender del vehículo. En complicidad con otro individuo, el oficial exigió los documentos de identificación de las víctimas y registró su equipaje, encontrando cerca de 500 dólares.
Alegando irregularidades en la documentación de las mujeres y amenazando con detenerlas, el subintendente y su acompañante las hostigaron, solicitando un pago de $2.300.000 para evitar una supuesta detención y pérdida de custodia del menor. Es importante destacar que, en la zona fronteriza entre Ipiales, Colombia, y Tulcán, Ecuador, no se requiere el sellado de pasaportes para la movilidad entre ambos países.
La Fiscalía considera este acto como una grave violación de la integridad y la ética que se espera de los funcionarios públicos. El subintendente podría enfrentar una pena de prisión de 96 a 180 meses, multas de 66 a 150 salarios mínimos legales mensuales vigentes, e inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas de 80 a 144 meses.